La economía española,
antes y después de las independencias
Ramsés Ancira
Pedro Tedde de Lorca, Revista de Historia Económica, Alianza
Editorial. Universidad Carlos III, Otoño de 1994. Cambio Institucional y Cambio
económico en la España del Siglo XIX
¿Cuánto le costó a España
la independencia de los países conquistados cuatro siglos antes?
Para responder la pregunta
hay que remontarse dos años atrás del grito de Independencia de Miguel Hidalgo,
cuando la Monarquía cuantificaba en 7
mil 198.7 millones de reales la deuda interior como consecuencia de sus enfrentamientos
con los ejércitos napoleónicos (p.529). Para 1820, 12 años más tarde, y a 10
del inicio de las guerras de independencia, la deuda se había casi duplicado y
alcanzaba los 13 mil 120 millones de reales.
Como fuera. ya para la
tercera década del Siglo XIX las pérdidas económicas que implicó la independencia
de las naciones americanas, pudieron controlarse con la reducción de
privilegios que hasta ese momento se otorgaban tanto a los nobles como a la
Iglesia, bajo el argumento de igualdad ante la ley.
Al controlar los abusos de
las jerarquías, mejoraron las garantías y derechos de propiedad de los estratos
de población más bajos. Los indianos,
como se llamaba a los españoles que iban en busca de fortuna a América, tal vez
disminuyeron. En todo caso, en el periodo de 1800 a 1857 la población de España
aumentó en un 35 por ciento.
El historiador Gabriel
Tortella, estima en 1,253 millones de reales, el producto de la venta de bienes
del clero, entre los años de 1858 y 1867.
La introducción del
ferrocarril y el aumento de la población, trajeron también consigo el aumento
en la producción y productividad agraria. La igualdad jurídica de los
ciudadanos, disminuyó a su vez los costos de transacción.
Esto al menos en la
teoría, porque en la práctica continuaron algunos abusos. Por ejemplo los
antiguos señores reclamaron como suyos terrenos baldíos o públicos y los
pastores o agricultores que eran dueños de sus tierras se convirtieron en
arrendatarios. Algo de alivio encontraron en el sexenio de 1868 a 1874, cuando
jueces liberales dictaron más sentencias
en favor de los campesinos.
En 1826
se reglamentó el sistema de patentes. En 1829 se promulgó el primer Código de
Comercio, el cual fijaba una jurisdicción que afectaba a todos los actos de
esta naturaleza, sin atender a las condiciones de las partes, y se disponía la
creación de registros mercantiles. (Ibídem,p 534)
En el aspecto negativo de
las mejoras de la economía española después de la independencia, figura el
relativo retraso en la construcción de los ferrocarriles, respecto a otros
países y su marcada inferioridad educativa, que impidió el fomento del capital
humano.
Además había una evasión
fiscal más alta entre los ricos que entre las clases medias y los propietarios
de inmuebles y agricultores, pagaban menos contribuciones que en otras
actividades productivas menos rentables.
Dentro de Europa, problemas
similares de captación de recursos se
vivieron en Portugal e Italia.
La altura de los campos
cultivables y las deficiencias en la integración de la industria española con
las de otros países, también fueron causa de un menor desarrollo, si bien el
autor Teide de Lorca, considera en su artículo Cambio Institucional y Cambio
Económico en la España del Siglo XIX, que el balance de la liberación de la
economía fue favorable.
No deja de ser un punto a
considerar, en opinión del autor de estas líneas que los países más retrasados
económicamente en Europa: Italia, Francia y Portugal, coincidentemente sean
católicos, y su moral en torno al pago de impuestos, más relajada que la de los
luteranos.
Se podrá alegar que países
como Francia también tenían predominio católico, pero también hay que
considerar que ya tenían siglos de haber fundado algunas de las primeras
universidades del viejo continente, lo que les daba ventaja en el desarrollo de
los recursos humanos.
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