Por Joaquín Berruecos, director de Kathedra Para la importantísima expedición se necesitaba un buen barco, El Beagle, un comandante, Robert Fitz Roy, un científico el joven Charles Darwin y un dibujante a bordo Conrad Martens. En 1831 y durante 5 años más, el equipo de exploradores del moderno navío se la paso por la Patagonia indagando sobre todo lo que veían, cruzando cuanto río se les aparecía, midiendo mares, fondeando puertos, rodeando islas, subiendo y bajando montañas, haciendo mapas, registrando cuantas piedras, animales y plantas que se les atravesaban, y mientas tanto, el pintor de abordo no soltaba sus pinceles y llenaba de obra el navío. Entre otros muchos lugares, la tierra del fuego, sus peculiaridades y bellezas, se conocieron en el viejo mundo gracias a las imágenes hechas a mano por artistas como Conrad. Pero ...¿Por qué no mejor incluir fotógrafos en el equipo de estos viajes tan importantes ? Sucedía que aunque el francés Joseph Nicéphore Niép