Joaquín Berruecos
Desde hace más de un siglo, millones de mujeres han marchado por todo el mundo exigiendo lo básico, igualdad para ellas ante el sufragio, ante todas las oportunidades, ante la cuestión laboral, la salud, en fin, ante las mismas situaciones de justicia que para algunos hombres ya se han concretado, y yo, con esta antigua historia, me sumo a la marcha.
A finales del siglo IV existió una formidable filosofa neoplatónica, científica alejandrina, que así, en 1885 imaginó el pintor inglés Charles William Mitchel, ( 1854/1903).
Dice Sócrates Escolástico, "Ella sobrepasó por mucho a los filósofos de su tiempo".
Aunque no hay total certeza sobre la exactitud de algunos datos de su historia, lo que se le atribuye es realmente magnífico.
Supe de Hypatia cuando Carl Sagan la rescató del olvido para compartirla para todos en su magnífico libro y serie televisiva Cosmos.
Fue algo natural que Teón, su padre, un gran matemático y astrónomo, la educara en medio de los hoy desaparecidos libros de la maravillosa Biblioteca de Alejandría de donde era profesor.
Lo que se sabe de ella, proviene de las epístolas de sus discípulos, Sinesio de Cirene y Hesiquio de Alejandría.
Su obsesión...debatir sobre el geocentrismo, sobre el comportamiento de los fluidos, sobre los números como "responsables de la armonía de la naturaleza ", sobre la necesidad de contemplar y entender el cosmos, sobre la guía moral que constituían las matemáticas, en fin, ella estaba aplicada a la observación como método para acercarse al conocimiento.
Para Hypatia, lo más importante era la amistad y la igualdad, en ello, pensaba, se basaban las buenas relaciones del aprendizaje y el trato igualitario, tanto para hombres como mujeres.
No le importaba ni la clase social, el nivel cultural, ni desde luego el género de las personas para aceptarlas como alumnos. Esta formidable maestra científica, siempre procuro ante todo, ser una mujer libre de prejuicios ante el conocimiento.
Pero le tocó vivir en una época muy difícil cuando el cristianismo, ya permitido en el Imperio Romano, había cobrado notable fuerza y junto con ello desatado tremendos fanatismos ideológicos.
Pienso que mas importante que la fidelidad y exactitud de la información que sobre ella hoy tengamos, lo trascendente está en el hecho de lo mucho que puede significar como un necesario símbolo venido del pasado. Hoy Hypatia podría ser la bandera para defender el acceso de todas las mujeres, al enorme potencial del conocimiento científico.
Su increíble y cruel asesinato asestado en las calles de Alejandría un día de marzo del año 415, pone de manifiesto los graves peligros que se suceden cuando los fanatismos religiosos asumen el poder.
Hoy vemos con preocupación que al parecer el final de esta historia, ni se recuerda, ni mucho menos se analiza y que peligrosamente comienza a repetirse.
Al adentrarse en el fabuloso quehacer pedagógico de Hypatia, uno no puede menos que envidiar su propuesta educativa, pero por otro lado, es terrible revisar el impacto que ello tuvo en una sociedad que estaba dando marcha atrás, por esto y con crudeza, hace 1600 años, se justifico su asesinato en manos de una turba de fanáticos instigados por el poder religioso, "por ser una mujer pagana que engañaba a la gente".
La historia del final de una Hypatia descuartizada y quemada, no le pide mucho a la triste realidad con la que hoy nos "informan" los medios masivos.
Con tan impune suceso, se inicia la transición que marco el fin del razonamiento clásico y el nacimiento de la obscuridad del medievo.
¿Podremos hoy en día hacer algo para evitar desenlaces similares ?
Para celebrar a todas las mujeres del mundo, les recomiendo se regalen el ver Ágora (es gratuita en Vimeo/internet) es una espléndida película española de Alejandro Amenábar, su gran recreación visual, pese a ciertas "licencias históricas", si que te pone a pensar.
Concluyo con la observación de lo significativo que resulta el saber que esta reflexiva película, después de varios intentos para prohibir su exhibición en varios países por "anti cristiana", al lograrlo con solo unas cuantas copias en los Estados Unidos, no tuvo éxito alguno.
! Vivan las mujeres !
Para conocer más historias como esta visite Kathedra
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