Presentación
Aunque Fray Bartolomé de las Casas había sido retirado
esta vez del programa de Historiografía II, probablemente por la dificultad de encontrar archivos digitales
sobre su obra, lo que resulta casi indispensable para alumnos que trabajan y
estudian, y por lo tanto requerimos la portabilidad de los documentos, me pareció
importante la oportunidad de trabajar sobre él para contrarrestar la tendencia
que centraliza en Europa el estudio de la historia.
Además sentí que hace mucha más falta que se
investigue sobre las fuentes históricas de lo ocurrido en nuestro país, que lo
que puedan aportarnos Descartes o cualquier otro clásico.
Más allá del maestro emérito Miguel León Portilla, hay
fuentes importantes y disponibles para estudiar a De las Casas, gracias a que
en 1992, en ocasión a las trabajos para conmemorar los 500 años del llamado
“encuentro de los mundos” se editaron en España sus obras completas, en una edición de dos tomos, en una obra de
más de mil páginas, editada por la Orden de Predicadores Dominicos, bajo el
cuidado de Ramón
Hernández y Lorenzo Gálvez, cuyos derechos comparten la Junta de Andalucía y la
Sociedad Editorial, del V Centenario.
Este trabajo se encuentra disponible en el quinto piso de la Biblioteca
Central de la UNAM y es el que
utilizamos para realizar este ensayo que para su publicación virtual preferimos
no citar a pie de página, ya que cambia dependiendo del tamaño de letra o del
tipo de lector.
Quien no
tenga la suerte de poder acceder a estas obras completas en la Biblioteca
Central de la UNAM, o en alguna otra
puede adquirirla en línea con estos datos:
Obras completas de Bartolomé de las Casas,
Alianza Editorial. I.S.B.N: 84-206-4075-1; aunque hay que advertir que esta
edición consta de 15 tomos; otros trabajos sustanciales han sido publicados por
el Fondo de Cultura Económica.
Fray Bartolomé de las Casas. El
Autor
De Fray
Bartolomé de las Casas se sabe que nació en Sevilla y diversas fuentes ubican
este acontecimiento en 1474 o en 1584, siendo esta la fecha más probable ya que
en 1516 él mismo presentó una declaración jurada en la que establecía tener a
la fecha 31 años de edad (BORGES, Pedro (1990) Quién
era Bartolomé de las Casas, Madrid, ed. Rialp col. <Libros de historia,
nº33> ISBN 84-321-2670-5)
Pero lo
que consideramos más relevante es que antes de tomar los hábitos De las Casas
fue soldado y encomendero. De hecho cita que Cristóbal Colón tomó y repartió
300 indios, lo que le valió una reprimenda de la reina Isabel la Católica,
quien le reclamó que no podía servirse así de sus vasallos y ordenó liberarlos.
Uno de
esos indios fue entregado al propio de Las Casas y es probable que este hecho
haya sido fundamental para que naciera su pasión por el derecho, que estudió
con el declarado propósito de convertirse en defensor de los aborígenes.
Esta
anécdota de cómo llegó a entrar en contacto con uno de los indios liberados por
la reina, la publicó en Treinta proposiciones muy
jurídicas.
1552; folio 1 V
El
Propósito en la Obra Histórica de Fray Bartolomé de las Casas
Antes de entrar a detallar a la obra histórica de Fray
Bartolomé de las Casas puede convenir advertir que su propósito no parecía
ser llegar al gran público por muy
interesantes que pudieran parecer las atroces descripciones de cómo se abusaba
en la guerra de conquista, sino que el propio rey Carlos V le pusiera freno.
Por eso sus cartas están dirigidas o bien al soberano o a su hijo el príncipe
Felipe o a Fray Domingo de Soto. Confesor
de su Majestad.
Por eso la consideración de que más que historiador, lo
que Bartolomé de las Casas hacia era ser un abogado que documentaba sus causas
narrando historias de las atrocidades que él mismo presenciaba o que otros
frailes, generalmente dominicos, le
referían.
La
Obra Histórica
Sabemos que fueron miles de fojas las que escribió
Fray Bartolomé, generalmente con la intención de defender la libertad de
personas o comunidades enteras. Lo podemos saber gracias a que se refiere a
ellas, aunque no todas estén publicadas.
Una de estas referencias es el título de una de sus
obras: Más de 17 remedios a las
cuestiones de los indios.
Solo se publica, sin embargo el numerado como remedio 8, donde hace referencia a varios más. En
síntesis, si nos atenemos al título de la obra y son al menos más de 17
remedios, debemos concluir que fueron miles de fojas para denunciar abusos.
Podríamos enumerar así sus trabajos:
1. Historia de las Indias I al II
2.
Apologética
Historia I al III
3.
Tratados
de 1552
4.
De Thesauri
5.
Doce dudas, De Regia Potestate;
6.
Memoriales (conteniendo Cartas y Varios) y
7.
Diario del primer y tercer viaje de Cristóbal Colón.
Entonces resumiendo los títulos, aunque estén
separados en varios tomos, podríamos concluir que la obra de Fray Bartolomé de
las Casas, esencial para conocer la historia de La Nueva España en los siglos
XV y XVI, está contenida en los siete nombres enunciados.
LAS FUENTES
Una de las razones que me hacen considerar a Fray
Bartolomé de las Casas como uno de los historiadores más importantes de todos
los tiempos, es que a lo largo de toda su obra repite insistentemente que no
habla porque le contaron, sino por su propia experiencia.
Son tan explícitas sus descripciones que a la luz de
nuestros días podrían equipararse los abusos de los españoles a los de los
nazis en el Siglo XX. Esto es así a tal grado que en la presentación de sus
Obras Completas, el dominico Ramón Hernández, después de un primer prologo se
atreve a matizar en una nueva presentación que Fray Bartolomé de las Casas, al
estar defendiendo sus causas como abogado, sólo
presentaba el punto de vista de las víctimas, por lo que su trabajo como
historiador sería parcial.
Sin embargo también se aprecia que De las Casas se
enfrentó a la censura y una prueba de ello es que el 29 de noviembre de 1553; el cabildo de
México prohíbe la impresión de la Brevísima relación de la destruicion de las
Indias que hubiera dado a conocer en la Nueva España lo que el fraude dominico había hecho saber al
soberano español, quien por cierto se mostró más que tolerante y receptivo a
las denuncias del también abogado. Una broma local para aligerar la lectura nos
hace apuntar que Carlos V si se merece el nombre en un chocolate.
Pero
más en serio, Bartolomé de las Casas, en su pasión por la causa indígena
representaba un peligro para el capitalismo invasor, el capitalismo más salvaje
pues se sustentaba en la esclavitud. Esto fue así a tal grado que si bien no se
atrevían a eliminarlo, como hoy se hace con los opositores políticos, matándolo
o encarcelándolo como podría compararse con doctor Mireles en el régimen de
Peña Nieto, si se pagaban plumas para contradecirlo y denostarlo.
La
referencia al hecho de que Juan Ginés de
Sepúlveda fue pagado por los
encomenderos para debatir y refutar a Bartolomé de las Casas, se encuentra en
en estudio sobre Las Leyes nuevas de A.
Muro Orejón. En el Anuario de Estudios Americanos, Sevilla 1945. P 51/53.
Bartolomé
apunta en la Brevísima relación de la
destrucción de las Indias, folio 35v:
Aún
peores horrores que los de los españoles son los de los alemanes en Venezuela.
Y
más allá de lo que ocurre en el territorio de Nueva España es gracias a Fray
Bartolomé de las Casas que conocemos sobre uno de los conquistadores más
sanguinarios, Francisco Pizarro, de cuyos hechos en Perú se entera por su
correspondencia con el franciscano Fray Marcos de Niza.
La
Narración
La
obra de Fray Bartolomé cierra con lo que cronológicamente ocurrió primero, al
reseñar los abusos de Cristóbal Colón quien
fue reprendido por la Reina por repartir 300 indios. Isabel la Católica
le recrimina que derecho tiene él para disponer de sus vasallos y le ordena
liberarlos.
Treinta proposiciones muy
jurídicas.
1552; folio 1 V
Pero
el conjunto de la obra histórica de Fray Bartolomé está narrado con lenguaje
jurídico. El compilador de su obra, el dominico
Ramón Hernández, estima que
“Bartolomé inició sus estudios de leyes en 1518 siendo clérigo secular, dado
que en 1552 el propio Bartolomé dice que lleva 49 años dedicado a las indias y
34 estudiando derecho”. Es así como sustenta su Tratado de los indios hechos esclavos.
Aquí Refiriéndose a Honduras y Nicaragua, De las
Casas escribió y describió:
Mucha
prisa se dieron en despoblarlos...porque ágora ocho años viniendo para acá, vi
aquellas provincias, y no había cosa más destruida ni despoblada, después de la
Isla Española y sus comarcanas, en todas
las Indias, siendo ellas poblatísimas.
En
Aquí se contienen unos avisos y reglas para los confesores"/Folio 1v le
dice a Ginés de Sepúlveda, el fraile a sueldo de los encomenderos:
Debiera
saber el muy reverendo doctor que las tierras de todo aquel orbe son
fertilísimas y utilísimas, para ser ricos todos los que quieran ayudarse, sin
desollar indios.
El
Sujeto y el Motor de la Historia
Como quizá
no haya otra en la literatura del Siglo XVI, la obra de Fray Bartolomé de las
Casas lleva a los personajes autóctonos
como sujetos principales de la historia y la justicia para ellos, es el motor
que conduce todo su trabajo.
El
humanismo de Fray Bartolomé, trasciende su calidad literaria, no escribía para
ser admirado por las masas, su “mercado” no podía ser el de los encomenderos,
tampoco los de los mal llamados “indios” que no sabían castellano y mucho menos
latín.
Lo
que es un hecho comprobable a ojos vistas es que Fray Bartolomé de las Casas
escribió sobre la guerra de tal manera que sus definiciones trascienden el
territorio americano y el Siglo XVI para ser válidas en todos los tiempos y en
todo el universo. Estas líneas siguientes fueron extraídas de: B de las
Casas. Obras Completas 2. De único vocationis modo. Alianza
Editorial. Madrid 1990 p 378…380.
La guerra trae
consigo estos males: el estrépito de las armas, las acometidas e invasiones
repentinas, imperiosas y furiosas: las violencias y las carnicerías, los
estragos, las rapiñas y los despojos...Con las guerras se entristecen las
casas, todo se llena de miedo, de llanto, de quejas, de lamentos. Decaen las
artes de los artesanos, los pobres se ven en la necesidad de ayunar o de
entregarse a procedimientos impíos, los ricos deploran los bienes robados o
temen por lo que todavía les quedan...Las nupcias de las vírgenes no existen o
son melancólicas y alejadas, las matronas desoladas se consumen en la
esterilidad. Callan las leyes, son burlados los sentimientos, en ninguna parte
hay equidad
No
es necesario interpretar para conocer el motor de la historia escrita por Fray
Bartolomé, él lo hace explícito: Fui
inducido yo que ando en esta Corte de España procurando echar el infierno de
las Indias, aunque no lo tenía yo en propósito, y no lo había puesto por obra
por mis continuas ocupaciones (Obra citada, p 25)
La
fidelidad del pensamiento del fraile y abogado dominico se ha podido preservar
gracias a que entre 1552 y 1553, él mismo cuidó y dio los materiales para la
edición de sus Obras Completas, pero desde mucho antes y así lo hace saber en
sus escritos, el mismo mandó imprimir sus trabajos para que no hubiera duda en lo
que podía ser escrito de puño y letra, y el soberano pudiera hacer la justicia
que él demandaba para los naturales del llamado Nuevo Mundo.
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