Diario de un Reportero/ 4 de mayo 2020
El Coronavirus ayer,
hoy y mañana
Ramsés Ancira
Me mandaron
foto de la página 383 de un libro llamado Los futuros de la salud en México 2050,
que a la letra dice “Hacia el año 2020 se introduce en México un nuevo
virus de alta letalidad para el que no existe cura conocida. A pesar de las
restricciones en su transmisión (muy corta vida en condiciones ambientales
normales), se estima que a causa de él fallece cerca de medio millón de
personas. Sin embargo, luego de varios meses, las medidas preventivas
introducidas permiten controlar la epidemia”. Como aparecía publicado en 2010
creí que se trataba de una de las recurrentes “fake news”, o noticias falsas.
Empecé una
búsqueda exhaustiva en internet. De inmediato encontré la comprobación de la
existencia real de la obra. Aparece en la lista de libros de Google. Encontré que
el tomo tenía un total de 502 páginas, lo que resultaba congruente con la
predicción en la página 383. El libro no está digitalizado.
Luego vi tres o
cuatro revistas científicas, pero solo se podían descargar dos páginas en PDF, en
una de estas advertía: “La imaginación no es un privilegio, es un derecho que
debemos ejercer para proponernos un mundo mejor. Ante todo, debemos recordar
que ese futuro (cualquiera que sea) no lo viviremos nosotros, lo recibirán
nuestros hijos como una herencia que podrán disfrutar o padecer dependiendo de
las decisiones que la sociedad tome en el presente”.
Cierto, ese “presente”
fue hace 10 años, pero a pesar de que la advertencia fue hecha en el último tercio
del sexenio de Felipe Calderón y de que el libro fue publicado por el Consejo
de Salubridad General, ninguna autoridad lo tomó en cuenta.
Todavía con
reservas de la veracidad de la predicción, al final encontré una página de
Internet para mi desconocida, enpareja.com,
que citaba una entrevista realizada
en Radio Fórmula por Ricardo Rocha:
«Ellos se basaron
en estudios de la evolución cuantitativa de los indicadores de la salud, su
ambiente y entorno. “Durante dos años, antes de la publicación del libro
-en 2010-, estudiamos la evolución cuantitativa de todos los indicadores de la
salud, de su ambiente y entorno. (Después) consultamos a un grupo cercano a los
900 expertos en temas de salud, para preguntarles qué cosas podrían ocurrir en
los siguientes años en el campo de la salud”, detalló Antonio Alonso Concheiro».
El médico
explicaba que no se trata de una predicción astrológica, un acto de magia o una
corazonada “En el caso del coronavirus no es ni ha sido un caso raro porque ya
se tenía el antecedente del SARS que ocurrió en 2002 y cuya versión del medio
oeste había aparecido unos años antes”.
Finalmente
encontré el audio de la entrevista de Rocha y ahí Alonso Concheiro predice con
bases científicas que falta la expansión del virus en países como Rusia, la
India y Pakistán, que tienen poblaciones muy importantes, lo cual provocaría un
re brote del coronavirus si la curva ascendente en Asía coincide con el frío en
Europa. El virus permanece activo más tiempo en clima fresco, más o menos como
ocurre con muchos alimentos orgánicos en el refrigerador.
Pero lo que más me
preocupa, dijo el presidente del
capítulo iberoamericano de la Fundación Mundial de Estudios del Futuro, es la
crisis económica que vendrá, con más gente sin empleo va a aumentar el número
de robos y el número de crímenes en las calles.
Yuval Noah es un
historiador que sabe que el futuro se construye en el presente, en su libro Lecciones
para el Siglo XXI, publicado en español por la editorial Debate sostiene: "Un
nuevo modelo, que despierta cada vez más interés, es la renta básica universal.
La RBU propone que los gobiernos graven a los multimillonarios y a las empresas
que controlan los algoritmos y los robots, y que utilicen el dinero para pagar
a cada persona un salario generoso que cubra sus necesidades básicas. Esto
atenuaría la pérdida de empleo de los pobres y sus problemas económicos, al
tiempo que protegería a los ricos de la ira popular”.
Es la voz más que
autorizada, no de adivinos, sino de científicos que hacen estudios de
prospectiva.
Porfirio Muñoz
Ledo, el menos morenista de los diputados informó: “He firmado una Iniciativa
de la presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Rojas, por la que todos los
mexicanos tendrían derecho a una renta básica universal equivalente a un
salario mínimo que los proteja, comenzando por los más pobres”.
Se van a jalar de
los pelos los que sostienen que el gobierno de López Obrador “mantiene huevones”,
pero estemos de acuerdo o no con el presidente de México, perdonen la expresión,
“con esta mula nos tocó arar”. Los que están viendo la tempestad y no se
hincan, o hacemos algo hoy, o la post epidemia será apocalíptica y los
primeros que van a sufrirla son los que más tienen. Es tiempo de unidad porque
el futuro se construye en el presente.
Lo que se prospecta
en el libro Los futuros de la salud en México 2050, no se refiere nada más
al virus, dice que una población mayor de 65 años, antes de 2035, necesitará de
más médicos geriatras, además podría prevalecer una sociedad depresiva ante las
carencias, y sabemos que la depresión nos
inmoviliza.
Por su parte Yuval
Noah dice que la tecnología va a dejar sin empleo a millones de obreros. ¿Para
que necesitaremos a las costureras de Vietnam,
Ciudad Juárez o Bangladesh, si podremos hacer el pedido de una camisa y
confeccionarla en una impresora 3 D, en Nueva York, o incluso en nuestra propia
casa? El 4 de mayo China anunció que implantará la moneda digital, con lo que los
petrodólares o la dolarización mundial de la economía podrían desaparecer.
Combinando la prospectiva de Noah, con la de
Alonso Concheiro y Enrique Ruelas Barajas ¿Qué va pasar con las personas
mayores que no se adapten a las nuevas tecnologías? ¿Qué va a ocurrir con los
jóvenes que no tengan educación tecnológica cuando se supriman todos los
oficios repetitivos o no especializados, como los de los médicos generales,
cuyo diagnóstico clínico podrá ser realizado por un reloj inteligente que
tomará nuestros signos vitales?
No, la caída del muro
de Berlín no provocó el fin de la historia, pero el coronavirus y la revolución
digital nos van a imponer una nueva normalidad, en la que no pueden quedar
fuera ni los débiles, ni los ancianos, porque entonces lo que se va a acabar no
es el capitalismo, sino el mismísimo homo sapiens.
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