La comunidad al poder: la revolucionaria propuesta pacífica de Genaro Vázquez Solís para gobernar Guerrero
Ramsés Ancira
Genaro Vázquez Rojas, fotografía de Armando Salgado, Derechos Reservados |
El reto es descomunal, no solo por los que junto con Genaro tienen una aspiración legítima de gobernar la entidad como candidatos de Morena, sino porque está de sobra demostrado que este partido no ha sido diferente a la hora de cargar los dados, de privilegiar a un precandidato sobre otros y porque el piso no está parejo pues el peso del dinero; los “donativos” para hacer campaña y puestos como los de los “delegados especiales” para representar al gobierno federal en los estados, hace como dice el refrán popular, “que aunque todos sean del mismo barro, no sea lo mismo bacín que jarro”.
Entre esos 18 precandidatos hay
sin duda varios que tienen los méritos para competir, pero además de Genaro
Vázquez Solís, no hay otro que tenga una historia familiar de tantas décadas
por el beneficio de las comunidades más explotadas de Guerrero.
A diferencia del también pre candidato
Pablo Sandoval, Genaro no tiene prosapia en Morena, aunque sí en la izquierda; no tiene una hermana como Irma Eréndira que
hace la función de vigilante de la Función Pública. (obviamente no fue ella
quien descubrió los robos en el Instituto para devolverle al Pueblo lo Robado)
siempre y cuando esos funcionarios no sean los que pertenecen a la familia del
Movimiento, tampoco tiene los espacios de difusión que el cuñado, John Ackerman,
comunicador de una de las facciones del Partido ha podido ganar durante la 4T.
Genaro Vázquez Solís tiene la
ventaja, pero también el peso del nombre de su padre. Algunos solo piensan en su
padre Genaro Vázquez Rojas como un revolucionario que acudió a la lucha armada
para sacar del poder a la dictadura priista: muy pocos saben que más de 10 años
antes, desde mediados de la década de los cincuenta, trabajó en la creación de
la Unión Cívica Guerrerense y la Central Campesina Independiente,
organizaciones que desde la política y no por la vía armada intentaron oponerse
a los caciques y terratenientes.
Incluso la Wikipedia, la fuente
de información más rápida y más consultada tiene errores sobre Genaro Vázquez
Rojas, el más importante y más ampliamente difundido es que el maestro egresó
de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa.
No fue así, Vázquez Rojas viajó a
la Ciudad de México, donde inició los estudios de derecho en la Universidad Nacional
Autónoma de México. Por razones que no es indispensable precisar abandonó la
Universidad, pensando que sería un asunto temporal e ingresó a la Escuela
Normal de Maestros, de donde egresó con varios diplomas por sus capacidades
oratorias.
Vázquez Rojas, también
democratizó el gobierno de la Escuela Normal de Maestros dándole diversas
comisiones a los estudiantes de los estados, la educación física y la
biblioteca, por ejemplo; quedaron asignados a los estudiantes de la Ciudad de
México y otras tareas como el otorgamiento de alimentos a estudiantes
provenientes de otros estados de la República.
Ya en la lucha armada y a
diferencia de otros movimientos, Genaro fue un combatiente que respetaba la
ética del combate ¿Cómo puede ser esto posible? Simplemente el no “ajusticiaba”
a los soldados prisioneros. Por dolidos que estuvieran sus hombres por la
pérdida de sus compañeros en enfrentamientos armados, Vázquez Rojas les
recordaba que esos soldados eran hijos, sobrinos o primos de muchos de sus
propios compatriotas.
¿En que se diferenciará Genaro
Vázquez Solís de los otros precandidatos de Morena y la muy probable alianza
PAN-PRD-PRI? En que su propuesta está basada en una tradición de esta región
del país: el trabajo y las decisiones comunitarias.
Ese sueño que no ha podido
cumplirse y al que siempre hemos aspirado los votantes de todo el espectro
político, centro, izquierda o derecha. La oportunidad de ser escuchados, de ser
consultados para saber que obras representan el mayor bien para el mayor
número.
En el caso de Guerrero,
devolverle la seguridad que hizo de Acapulco el primer paradigma de México para
el turismo extranjero, pero esta vez sin despojar de sus bienes a los
propietarios. Realizar grandes, pequeñas
y medianas obras de infraestructura, pero no solo con el criterio de asignarlas
a quien, de el precio más barato, sino al que cree el mayor número de empleos,
al que ponga en los contratos su compromiso de reinvertir sus ganancias en el
mismo estado.
Continuar con la labor que
realizó su padre, incluso con el apoyo poco documentado del entonces ex
presidente Lázaro Cárdenas, para que los terratenientes no continuaran con el
despojo de tierras y el asesinato de estudiantes, como lo hizo en 1960 el
general Raúl Caballero Aburto.
El hijo de la también maestra
Concepción Solís, es el más apropiado para elevar el nivel educativo en el
Estado, que en promedio solo llega a ser de primero de secundaria, aunque
Guerrero es también el lugar de nacimiento de uno los profesionistas más
destacados que ha tenido México, su único cosmonauta, Rodolfo Neri Vela.
Abrir la convocatoria para que
todos los que desearan competir por la gubernatura de Guerrero pudieran
registrarse, es un acierto que no se le debe escatimar a Morena, pero hay que
garantizar que desde las secretarías de estado o los poderes legislativos no se
financien los anuncios en radio, televisión y redes sociales de algunos
precandidatos y dejen a los otros a su suerte.
Para empezar Genaro Vázquez Solís
es el único que ha ofrecido gobernar con la comunidad. Si esta no es la mejor
oferta política que pueda recibir un elector, pues entonces la democracia
social no tiene sentido. Este si es una manera posible de gobernar con una
política progresista, ecologista, de protección al ambiente, representativa y
economía mixta. Un gobierno que funcione al menos en su intención, como el de
Dinamarca, como comprenderán los que conozcan el ejemplo aspiracional enunciado
en materia de salud por el presidente López Obrador.
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