Fuente de la gráfica https://covid19-projections.com/mexico Instituto Tecnológico de Massachussets
Diario
de un Reportero
Los 77 mil muertos por
Covid con los que “celebraremos” en México el Día de la Independencia
Ramsés Ancira
Quiero
buscar el equilibrio; condenar con la misma fuerza el racismo y la paranoia de
quienes han pedido la expulsión de los médicos cubanos que han venido a México,
alegando que vienen a “adoctrinarnos”; pero al mismo tiempo dar voz a las
organizaciones y colegios de médicos que cuestionan su presencia. Con esto
cierro el tema, pues el COVID nos presenta necesidades mucho más apremiantes.
Cuando
fui a la primaria, el Artículo 1 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos se me impregnó en el alma pues decía que cualquier esclavo
quedaba automáticamente liberado al ingresar a nuestro territorio nacional.
Ahora establece la prohibición a cualquier forma de discriminación, por color
de piel, nacionalidad, orientación sexual y muchas más.
En
la página de Change.org existen al 15 de junio de 2020, 44 peticiones
relacionadas con los médicos cubanos en el extranjero, la mayoría son de
Argentina y allá la proporción es de 17 en contra y tres a favor de su
presencia, otras, de Uruguay, piden su
apoyo; algunas de Estados Unidos piden se levante el bloqueo de Estados Unidos
a la Isla, al menos durante la contingencia sanitaria, y dos de México: una argumenta que está desplazándose a médicos
mexicanos y lleva casi 50 mil firmas; la
otra es francamente de carácter fascistoide y no alcanza siquiera una veintena
de apoyos.
Oficialmente
México anunció que ha pagado cerca de siete millones de dólares por honorarios
a la brigada de médicos cubanos que residen temporalmente en este país. Sabemos
también que los gastos de hospedaje y algunos alimentos corren a cuenta de
empresarios hoteleros que dignifican a la iniciativa privada por su generosidad
y altruismo.
Generosidad
y altruismo que de ninguna manera son la razón de la estancia de los médicos
cubanos en México, como clama la ultraizquierdista Red en Defensa de la
Humanidad y que se comporta exactamente igual a los neo sionistas y a la
ultraderechista Liga de la Defensa Judía, que se desgarra las vestiduras cuando
se alzan voces en defensa de los derechos palestinos: para ambas todo es un
complot, es racismo, es boicot. Para los primeros, forma parte de la obstrucción del
gobierno de Estados Unidos, para los segundos, toda petición de respeto a los
derechos humanos es antisemitismo. Los
extremismos, como siempre, se juntan.
La
doctora (en antropología, no en medicina) Leticia Calderón Chelis, ha
presentado una queja a la Comisión Nacional para la Prevención de la
Discriminación, CONAPRED, sobre la petición en Change.org, basándose más
en una foto que muestra a un médico cubano hablando por celular en horas de
trabajo, que, por el texto mismo, donde se reclama: “Con el dinero que se
emplea para pagar a 1 solo médico cubano, puede pagarse el sueldo de 3 médicos
especialistas mexicanos.
“Muchos
médicos trabajando en los hospitales donde han llegado los médicos provenientes
de Cuba han observado que no apoyan en labores médicas, atención de pacientes y
que en muchas ocasiones la atención es deficiente e insuficiente de su parte.
En otras partes del mundo que han tenido experiencia de convenios con médicos
cubanos han tenido que declinar sus servicios debido a que son servicios caros
y sin la experiencia requerida”. ¿Usted ve racismo en estas palabras? Yo, francamente,
no.
Mientras
tanto el investigador mexicano Nicolás Lazo, de la Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales (Flacso), me cuenta que los médicos cubanos no reciben su
pago hasta que regresan a su país.
De
aproximadamente tres mil dólares que se destinan a los honorarios de cada uno,
los médicos apenas reciben una vigésima parte, el resto se lo queda el gobierno
cubano. Haga de cuenta que el gobierno cubano opera como los “outsourcing” en
México, donde cobran mucho y pagan poco. En esas condiciones, por mucho que hayan
firmado el juramento hipocrático, no van a querer arriesgarse en lo más mínimo
a un contagio. Con tres mil dólares mensuales de paga ¿cuál altruismo?
Mientras
tanto, para sobrevivir, muchos médicos mexicanos virtualmente tienen que
prostituirse, pues en lugar de curar enfermos, son empleados de laboratorios
que ofrecen comisiones a los doctores que practican la medicina privada, para
que receten la medicina de sus firmas; o se dedican a sobornarlos con la
asistencia a congresos en sitios turísticos. Si a estos médicos-agentes de
ventas les pagaran los 3 mil dólares que ahora le cuestan los médicos cubanos,
seguramente tendríamos más especialistas certificados al frente de la línea de
batalla contra el COVID-19.
Por
su parte, no una, ni dos ni tres, sino doce asociaciones de especialistas,
según El Universal, dirigieron una carta al presidente López Obrador donde se
quejan de que estos médicos extranjeros no están avalados por los Colegios
Médicos de México para certificar su preparación.
Y
tampoco sería difícil que estas protestas contra los médicos cubanos estén
financiadas por laboratorios sin escrúpulos que quieren que se empleen sus costosisimas medicinas, impagables para la mayoría de los enfermos, en lugar de
recetar otros medicamentos de menor valor y de eficacia minusvalorada.
Pero,
bueno, al final los siete millones de dólares que se destinan al pago de los
cubanos, resultan insignificantes ante la cifra de la pandemia en México y
realmente puede resultar ociosa la discusión ideológica, no solo por la
imposibilidad de conciliar a las partes polarizadas, sino porque hay un
componente geopolítico, ya que, ante el desplome de la economía venezolana, que
en gran parte soporta a la cubana, con este pretexto nuestro país está apoyando
a la isla con divisas.
Lo
que sí es trágico es que la eminente Laurie Ann Ximénez Fyvie, jefa del
laboratorio de genética molecular de la UNAM, avala estadísticas que dicen que
en términos reales los contagios en México “no están desacelerando”. Según el Instituto
Tecnológico de Massachusetts, para el 16 de septiembre, cuando celebremos el
Día de la Independencia en México, morirá una media de 506 personas y habremos
alcanzado una mortalidad total, también promedio, de 77 mil 296 personas (en el
peor de los casos serían 103 mil). La fuente la puede usted verificar en el
sitio https://covid19-projections.com/mexico.
Como
podrá usted estimar, una sola vida humana que se pierda, hace casi irrelevante
la discusión sobre los médicos cubanos en México, lo trascendente es que el
éxito o el fracaso del gobierno mexicano ante la pandemia, definirá la
continuidad o la muerte de la llamada Cuarta Transformación.
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